El sector deportivo en México ha demostrado ser una pieza clave en la economía nacional. Su impacto se refleja en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), la generación de empleo y los ingresos derivados de actividades profesionales relacionadas con el deporte. A continuación, exploramos los datos más recientes que evidencian la importancia de este sector.
Crecimiento Económico del Sector Deportivo
En el segundo trimestre de 2024, el sector de Servicios de Esparcimiento Culturales y Deportivos, y otros Servicios Recreativos alcanzó un PIB de $164,017 millones de pesos, lo que representó un aumento del 17% con respecto al trimestre anterior. Sin embargo, en comparación con el mismo periodo de 2023, se registró una caída del 5.16%.
Este crecimiento refleja la importancia del sector en la economía mexicana y su capacidad de recuperación tras fluctuaciones en el mercado. Además, los estados que más contribuyeron a la producción bruta total en 2019 fueron:
- Ciudad de México: $4,474 millones de pesos.
- Baja California: $3,381 millones de pesos.

Fuente: Data México
Empleo en el Sector Deportivo en México
Durante el tercer trimestre de 2024, el sector de Deportistas y Equipos Deportivos Profesionales empleó a 40.9 mil personas, de las cuales el 89.9% eran hombres y el 10.1% mujeres.
Las entidades con mayor número de trabajadores en este sector fueron:
- Puebla
- Ciudad de México
- Baja California
Además, la edad promedio de los trabajadores en el sector fue de 35.8 años, mientras que el promedio de escolaridad alcanzó 11.6 años.
Principales ocupaciones en el sector deportivo
Las actividades con mayor número de empleados incluyen:
- Árbitros y jueces deportivos (40.5%)
- Deportistas (21.3%)
- Entrenadores deportivos y directores técnicos (5.53%)
- Entrenadores de animales y ocupaciones relacionadas con el cuidado de mascotas (2.8%)
Salarios en el Sector Deportivo
El salario promedio mensual en el tercer trimestre de 2024 fue de $6,850 MXN. Sin embargo, se observaron diferencias significativas entre trabajadores formales e informales:
- Trabajadores formales (16.5% del total): salario promedio de $10,300 MXN.
- Trabajadores informales (83.5% del total): salario promedio de $6,170 MXN.
A nivel de género, los hombres tuvieron un salario promedio mensual de $7,120 MXN, mientras que las mujeres percibieron $4,510 MXN, evidenciando una brecha salarial en el sector.
Distribución de Unidades Económicas
Según datos del DENUE 2024, se registraron 160 unidades económicas en el sector de Deportistas y Equipos Deportivos Profesionales. Los estados con mayor número de estas unidades fueron:
- Estado de México (13)
- Sonora (13)
- Ciudad de México (11)
Asimismo, el tamaño de las empresas en el sector varía considerablemente:
- 120 empresas con 0 a 10 empleados.
- 16 empresas con 11 a 50 empleados.
- 5 empresas con 51 a 100 empleados.
- 19 empresas con más de 101 empleados.
Retos y Oportunidades del Sector Deportivo en México
A pesar del crecimiento y la relevancia del sector deportivo en la economía mexicana, persisten algunos desafíos:
- Alta tasa de informalidad: Más del 80% de los trabajadores no cuentan con acceso a seguridad social ni beneficios laborales.
- Brecha salarial de género: Las mujeres en el sector ganan significativamente menos que los hombres.
- Concentración geográfica: La mayor parte de la inversión y empleo en el sector está en Ciudad de México, Baja California y Puebla, dejando rezagados a otros estados.
- Falta de inversión en infraestructura deportiva: La profesionalización del deporte en México requiere más apoyo en instalaciones y desarrollo de talentos.
Sin embargo, también hay grandes oportunidades, como el impulso del turismo deportivo, la digitalización del sector y la creciente demanda por servicios de entretenimiento y recreación.
El sector deportivo en México es un motor económico que genera miles de empleos e ingresos significativos. Su crecimiento reciente muestra su potencial para seguir contribuyendo al desarrollo del país. No obstante, es fundamental atender los desafíos relacionados con la informalidad, la brecha salarial y la infraestructura para garantizar un crecimiento más equitativo y sostenible.
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